Mutatis mutandi


Cambiando lo que hay que cambiar

Corrección de estilo. Corregimos obras literarias.

La corrección de estilo comienza siempre con una revisión, un volver atrás para discernir si lo escrito responde al hilo conductor que se prometía al principio. Casi siempre habrá algo que necesite ser cambiado. Mutatis mutandi —cambiando lo que hay que cambiar—.

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Una novela escrita requiere un proceso persistente de revisión: nadie escribe perfectamente una novela. La búsqueda de la exactitud sirve tanto para ordenar la coherencia de un texto como para eliminar los errores y redundancias expresivas, para desentrañar las elecciones léxicas correctas como en apoyar la claridad y la concreción en el uso de la lengua.

De esta manera nos aseguraremos que los textos ofrezcan aquello que en realidad queremos transmitir y no caeremos en el mayor de los peligros, aquel que impide volver a enviar una obra al editor al que mandamos una primera sin corregir: causar una primera mala impresión.

El corrector de estilo es el que enmienda las faltas y deslices que el corrector de Word no soluciona, desde los nimios errores hasta las equivocaciones de bulto. El corrector es el profesional que vela por el idioma escrito pero también por el «estilo» de la obra y el del escritor que ha creado una historia. El corrector de estilo es el que aporta profesionalidad para que tus textos sean identificables y tus lectores tengan una experiencia satisfactoria durante su lectura y decidan volver a depositar su confianza en tus próximas obras.

En este proceso nos centramos en la no la utilización de palabras comodines, en el seguimiento del uso y abuso de adverbios terminados en mente y la acumulación  de gerundios que da lugar a un estilo monótono y pesado.

En la corrección de estilo hacemos hincapié en otros apartados como el tono y estilo literarios utilizados por el autor, las expresiones regulares, el vocabulario, la construcción formal de la obra, la sintaxis, la coherencia del texto y su claridad de exposición y otros muchos elementos con los que se consigue un texto mucho más pulido.

Asimismo es importante lograr que los diálogos sean coherentes y que tanto el vocabulario como los tiempos verbales sean los adecuados. Así como otros muchos defectos que puedan dar una mala imagen y, lo que es peor, que los lectores pierdan su confianza en vosotros dejando de comprar vuestras próximas publicaciones.

En la corrección de estilo trabajamos con el autor a medida que vamos desarrollando la tarea de corrección, haciéndole partícipe en todo momento de los cambios efectuados. Siempre tendrá un control total y podrá aceptar o rechazar las correcciones que desee.

En nuestro proceso de correcciones de estilo hemos ido encontrando una serie de elementos a tener en cuenta —producto de nuestra larga experiencia— que ayudan a revisar y corregir los textos. Son los que aplicamos.